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Viaje a Rabat y se encontrará rodeado de historia. La Casba de los Udayas es el lugar para encontrar gangas; también puede visitar la Antigua Medina y pasear por sus calles y callejones serpenteantes en busca de baratijas. Si desea conocer más sobre la historia de este importante puerto de mar y su posición estratégica en la defensa de la costa de Marruecos, visite la fortaleza y la ciudadela de Almohadan, que dominan la ciudad con sus encantadores y tranquilos jardines andaluces en la base. 

La historia de Roma ha tenido una enorme influencia en esta región; el mejor lugar para descubrir toda su gloria es Chellah. Esta ciudad cartaginesa fue conquistada por los romanos pero, a la larga, la naturaleza recuperó el control y en la actualidad, entre las sorprendentemente bien conservadas ruinas, encontrará un importante sitio de cría de cigüeñas y otras aves.

El arte es importante en Rabat; en los distintos museos y galerías de la ciudad podrá admirar interpretaciones tradicionales y modernas. No puede dejar de visitar el Museo de Arte Moderno así como el Museo del Banco Al Magrhrib. Si es amante de la fotografía, el Palacio Real no le decepcionará o, si sube hasta la cima de la ciudadela, podrá capturar excepcionales vistas del atardecer sobre el Atlántico.

Gracias a sus excelentes playas, las vacaciones en Rabat son ideales para los amantes de los deportes acuáticos. El poderoso oleaje del Atlántico equivale a condiciones sorprendentemente buenas para el surf, con una brisa firme del océano y cachones que favorecen a los surfistas más experimentados. Para los principiantes, las olas de la playa de los Udayas (cerca de la Casba) son más suaves, perfectas para los niños que desean jugar en el agua con seguridad. 

El teatro Mohammed V presenta excelentes obras todo el año y es el lugar ideal para una sofisticada salida cultural nocturna. Si su visita se realiza en mayo, podrá disfrutar del Festival Mawazine de Música Mundial, que ha atraído a las figuras más grandes de la música popular.

Si alquila un vehículo 4x4 tendrá la oportunidad de salir de la ciudad y explorar el desierto circundante. La conducción por las dunas es muy popular en Marruecos, pero le aconsejamos reservar un viaje con un guía local para evitar perderse o entrar en terrenos privados.

Rabat conserva mucha de la influencia francesa, esto se observa principalmente en la fusión de las cocinas norafricana y europea en toda la ciudad. Si desea probar el sabor más auténtico de Marruecos, diríjase a la Antigua Medina, donde encontrará vendedores de comida que sirven tajines caseros de cordero y pollo con lubias (alubias) calientes. 

En la Antigua Medina existe una excelente selección de restaurantes que sirven platos marroquíes tradicionales. Tenga presente que deberá reservar con anticipación en los restaurantes más populares y de mayor nivel, especialmente los viernes por la noche.

Rabat ofrece excelentes oportunidades de compras y vale la pena pasear por la Rue des Consuls para admirar el trabajo de los artesanos o la Casba en busca de gangas y baratijas. La Medina no es tan grande como las de Marrakesh o Fez, pero es muy amigable y está atiborrada de puestos interesantes con muchísimas gangas. La Medina es un buen sitio para comprar ropa y la famosa marroquinería del país. 

Si prefiere hacer compras en un centro comercial, MegaMall es el sitio para visitar; allí también podrá pasar el tiempo con los niños en la bolera o en la pista de patinaje. Si busca cerámica o alfarería tradicional, visite Oulja, o las tiendas de los alrededores de Rue de Consuls si prefiere muebles o madera tallada.