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El lugar de interés más famoso en Ankara es probable su ciudadela, que se puede ver desde cualquier punto de la ciudad en un día claro. Si bien no se conoce con exactitud su edad, se cree que tiene más de 3 000 años de antigüedad. Además de albergar una plaza irregular, las murallas de la Ciudadela albergan otra sorpresa: un tradicional pueblo turco, justo en el corazón de una bulliciosa metrópoli.

También vale la pena que emplee su tiempo en visitar el castillo de Ankara; aunque se esté desmoronando, sigue siendo una zona muy dinámica. En el exterior, encontrará varias tiendas de souvenirs y cafés, mientras que dentro se encontrará cara a cara con la antigüedad. Descubra el antiguo espacio utilizado por sus anteriores habitantes, quienes construyeron pequeñas casas que no solo permanecen intactas, sino que a día de hoy continúan sirviendo como casas.

El cercano Museo de Civilizaciones de Anatolia ofrece una visión más profunda de cómo solía vivir la gente de la ciudad .

Si ya ha satisfecho lo suficiente sus ganas de ver arquitectura y arqueología en su viaje a Ankara, la ciudad tiene muchas zonas verdes donde elegir. Disfrute de las vistas y de la tranquila atmósfera de Kugulu Park, un santuario impecablemente conservado en el que relajarse o disfrutar de un pícnic. También sirve como refugio para la población floreciente de cisnes de la ciudad. Con el tiempo, estas aves de cuello largo se han acostumbrado a los humanos e incluso se dejan alimentar por ellos.

Para el viajero con más energía, el lago Karagol ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y sus alrededores; si tiene ganas de estirar las piernas aún más, puede practicar senderismo por las montañas adyacentes.

Si viaja con niños en su visita a Ankara, entonces vale la pena hacer una visita a la Granja y parque zoológico de Ataturk. Aquí, los jóvenes podrán conocer animales de granja y ver especies más exóticas, incluyendo monos, grandes felinos y numerosas especies de aves. La granja también vende productos frescos, incluyendo quesos, o se puede comer en el restaurante tradicional de su finca.

Si quiere llegar a conocer una cultura, no hay mejor forma para ello que a través de su gastronomía. La cocina turca es una mezcla ecléctica que refleja las influencias de las numerosas civilizaciones que han pasado por allí lo largo de los milenios. Sin embargo, no todo son restaurantes y cafeterías; encontrará algunos de los alimentos más sabrosos vendidos en puestos callejeros, incluyendo platos como panes pitta, kebabs y albóndigas.

Ahora bien, tanto si come en un restaurante como en una esquina de la calle, no debe viajar a Ankara y marchar de allí sin degustar un buen café turco, muy intenso. A menudo se sirve con un vaso de agua, en caso de que sienta la necesidad de diluirlo.

Hay algunos excelentes restaurantes, dentro de los muros de la ciudad, especializados en pescado fresco de temporada y frecuentados por políticos y diplomáticos locales. Y si necesita satisfacer su gusto por lo dulce, acuda a cualquier panadería local donde podrá disfrutar de una suntuosa variedad de pasteles y tartas.

Las compras en Ankara requieren un poco de planificación. Es aconsejable decidir lo que está buscando antes de embarcarse en su aventura. Esto es así porque hay tantas opciones diferentes, que fácilmente podría pasar un día paseando por los mercados y bazares y volver a casa con las manos vacías.

Si busca tiendas modernas, vaya a Kavaklidere, donde encontrará el centro comercial Tunali Hilmi Cadessi, uno de los más nuevos de la ciudad. Cuenta con tiendas contemporáneas, tiendas de música y muchas cafeterías. Sin embargo, si quiere algo más tradicional, vaya al distrito antiguo de la ciudad, Ankara Kalesi.

Aunque Kizilay es una de las mejores zonas comerciales de la ciudad, es también una de las más concurridas. Si eso no le molesta, se encontrará entonces haciéndose camino entre varias boutiques de diseñadores, pequeños puestos de artesanía, innumerables librerías y escondidas galerías comerciales.