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Addis Abeba es una extensa metrópolis de más de 4,6 millones de personas que ofrece un ambiente frenético que se suma a su encanto urbano. Sumérjase en su historia y cultura visitando el Museo Etnológico (Museo Nacional), ubicado en los terrenos de la Universidad de Addis Abeba. Considerado extensamente como el mejor museo en África, ofrece un vistazo de lo que es la vida cotidiana en Etiopía, así como una presentación de las costumbres de varias tribus etíopes.

El Merkato, el mercado abierto más grande de África, es una visita obligada cuando viaje a Addis Abeba. Aquí, encontrará abalorios, joyería de plata, telas, especias e incluso artículos reciclados.

Si desea tomarse un breve descanso de la vida de la ciudad, diríjase hacia el Monte Entoto, el pico más alto de la capital y un lugar de profundo significado histórico. Fue aquí donde estableció su palacio el Emperador Menelik II, quien reinó de 1889 a 1913 y es considerado el fundador de la Etiopía moderna. Puede hacer una visita guiada a la montaña.

Addis Abeba es el centro de cualquier actividad deportiva en Etiopía. El Club de Golf Addis Abeba ofrece torneos de primera clase a quienes buscan probar sus habilidades en los greens. Sin embargo, si prefiere algo un poco más activo, entonces hay varios tours de escalada disponibles. Y si le apetece ponerse el calzado deportivo y competir con famosos corredores etíopes, inscríbase en la Great Ethiopian Run 10 k, que se celebra cada año en noviembre o diciembre.

Hay tours de observación de aves a disposición de quienes quieran acercarse a la fauna local. Por otra parte, si desea relajarse, haga una visita a las famosas fuentes termales de la ciudad.

Addis Abeba también es conocida por su cultura cafetera, lo cual no es una sorpresa, dado que se cree que el café se originó en Etiopía. Varias de las cafeterías de la ciudad tienen zonas de asientos al aire libre, ideales para observar a la gente. Si le gusta el jazz, la vida nocturna de Addis Abeba le ofrece justo eso. La ciudad tiene su propia marca de jazz, que durante los 20 años del régimen comunista fue acallada. Sin embargo, el género está experimentando un espectacular retorno y la ciudad está repleta de salones de jazz, lo que le otorga una vida nocturna atractiva.

La mayoría de la gente no viaja a Addis Abeba con la comida en mente, pero se marcha de allí gratamente sorprendido por su rico e inesperado panorama gastronómico. Sin granjas industriales, las verduras rara vez son tratadas con pesticidas, y por ende son tan orgánicas como se podría desear. Las verduras juegan un papel importante en la cocina etíope, así que tenga cuidado con los sabrosos y especiados platos que incluyen garbanzos, chiles y espinacas.

La cocina etíope es tan nutritiva como sabrosa, y quizás quiera visitar varios de los restaurantes y cafés locales. Los establecimientos de alta cocina también abundan en el centro de la ciudad, pero si prefiere comer igual que los lugareños, visite los restaurantes más pequeños fuera de las rutas más habituales donde los platos vegetarianos son las estrellas del menú. Espere probar comida como judías refritas con pimientos picantes, ensaladas crujientes y sabrosos panes o injera.

Al igual que con la comida, la mayoría de la gente no viaja a Addis Abeba con las compras en mente. Sin embargo, podrá encontrar prácticamente cualquier cosa que desee en esta bulliciosa ciudad. Además de los mercados, hay varios supermercados y centros comerciales donde se pueden comprar productos de diseño.

Los cazadores de gangas serán recompensados en la mayoría de los mercados de Etiopía, como el Mercado Entoto (Shiromeda), donde el regatear es parte integrante de la experiencia de compra. Aquí son muy comunes los artículos hechos a mano, tales como los shamma (muy al estilo de las togas) para hombres, y otros ejemplos únicos de artesanía. Los precios son negociables, pero vale la pena recordar siempre terminar su regateo con una nota amistosa y positiva aun cuando acabe por no comprar nada.