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Viaje al Kilimanjaro, el corazón de Tanzania, donde comienza la aventura. El encanto del ascenso es innegable, pues este majestuoso gigante es visible desde prácticamente cualquier punto de la ciudad. Sin embargo, pensar en el Kilimanjaro exclusivamente como un lugar que conquistar pasaría por alto la riqueza que se esconde a sus pies.

El entorno del Kilimanjaro está repleto de bulliciosos mercados, plantaciones de café, comunidades hospitalarias y sorprendentes maravillas naturales. Cada rincón revela una nueva faceta donde se entrelazan cultura y naturaleza. Ya se disponga a escalar la montaña, pasear por sus exuberantes bosques, probar sus delicias locales o descansar en una fuente termal, todos los caminos le llevarán a un descubrimiento maravilloso.

Qué hacer en Kilimanjaro

Coronar la cumbre del Kilimanjaro es una hazaña digna de cualquier lista de deseos, pero la montaña tiene mucho más que ofrecer. En la ciudad de Moshi, las vistas de la cumbre nevada del Kilimanjaro son posiblemente las mejores que pueden obtenerse desde el suelo.

Más allá de la montaña, sumérjase en los verdes paisajes que rodean la cascada de Materuni, a la que se llega tras una breve caminata a través de plantaciones de plátano autóctonas. Las cálidas aguas termales de Kikuletwa son un relajante contrapunto al entorno agreste del bosque e invitan a la desconexión. Si le apasiona el café, no deje de visitar una plantación y ser testigo de todo el proceso, desde el grano hasta la taza.

Para saborear la vida local, visite la aldea cultural masái de Olpopongi, donde las tradiciones de esta comunidad cristalizan a través de sus historias, danzas y oficios.

Qué hacer en Kilimanjaro

Escalar el Kilimanjaro posiblemente sea el punto culminante de su viaje, pero la ciudad es un auténtico paraíso para los amantes de la aventura, con todo el abanico de actividades que ofrece. Recorra en bicicleta la Reserva Forestal de Rau, por senderos que serpentean entre imponentes árboles y sotobosque. Si prefiere el agua, recorra en canoa el apacible lago Momela, desde cuyas aguas tendrá fantásticas vistas de la montaña y podrá avanzar a su ritmo.

Si lo suyo es la adrenalina, surque los cielos en parapente. No hay tantos destinos increíbles que igualen las fabulosas vistas panorámicas y la majestuosidad del Kilimanjaro. Si, en cambio, prefiere admirar a los auténticos seres voladores, la observación de aves es otra actividad popular. En las copas de los árboles es posible avistar suimangas y rapaces, una muestra de la biodiversidad de la zona.

Qué comer en Kilimanjaro

Por supuesto, durante su estancia en Kilimanjaro deberá saborear la variedad de plátanos autóctonos de la región, ya sea directamente desde el árbol, asados, fritos o cocinados a fuego lento en un guiso.

El plato nacional de Tanzania, nyama choma, es otro imprescindible. Se trata sencillamente de carne a la parrilla que suele acompañarse de ugali, un contundente alimento básico elaborado con maíz que tiene una textura similar a la polenta y aporta la energía necesaria para afrontar las aventuras por el Kilimanjaro.

La escena culinaria no se limita a los sabores locales; Moshi presume de contar con un buen abanico de opciones de cocina internacional. La comida india es especialmente popular, debido a la presencia de una gran comunidad india en la zona. Durante su estancia en Moshi, asegúrese de hacer una parada en alguno de sus encantadores cafés. Saboree el café local y disfrute de un entorno acogedor al pie de la montaña.

De compras por Kilimanjaro

Su mercado central es un destino esencial para encontrar un recuerdo de sus maravillosas vacaciones en Tanzania. Sus puestos coloridos rebosan de productos frescos, especias aromáticas, preciosos artículos textiles y mucho más.

Para quienes se preparen para conquistar la cumbre, en la ciudad de Moshi abundan las tiendas de equipamiento de montaña donde abastecerse para todas las temporadas, desde botas de senderismo resistentes hasta prendas térmicas, para asegurarse de estar listos para lo que la montaña les depare.

Más allá de los aspectos más prácticos, los mercados callejeros están repletos de baratijas como artículos con cuentas masái elaborados por los artesanos de esta comunidad, que serán recuerdos de su viaje llenos de significado.